jueves, 21 de febrero de 2013

Despertares...

               Foto: Serge Makeev




Vienes hoy,
como un desvaído recuerdo.
Quizás de la mano de una
Primavera recién estrenada.

Y te me apareces,
como chute que remueve ganas,
en jeringuilla con restos aún
de fluidos que te pertenecen.

En la quietud
de un despertar holgazán.
Concupiscente.
Que se resiste a levantar persianas
desbaratadoras de ensueños.

En los que,
mientras te abrigan mis brazos,
tu cuello y mis labios
se montan tangos con sobresaltos.

Y en donde,
un  firmamento hecho de pecas,
poblando enteras laderas
de una espalda tan desnuda como tú,
pidiendo va, a gritos,
la habilidad de unos dedos.

Que se deslicen por ella.
Recorriendo curvas.
Valles y montañas.
Humedales.
Volcanes de deseos...

Es ahora,
mansas las aguas,
y en el horizonte el delta,
cuando más extraño
las noches con luna.
Las aristas de las rocas.
El torbellino, el estruendo
Y la espuma.

Despertar es un morir.
O un vivir.
Anclado entre los recuerdos.

¡Maldito sea el tiempo!
¡Y malditos los relojes que no cesan!
Disfrazando, ahora de Otoño,
esta Primavera eterna.




                                                            ©narbona